El nombre “El Molino” encierra un profundo significado alineado con nuestra misión. Un molino convierte el grano en harina mediante un proceso que exige dedicación, constancia y energía, de la misma forma en que el crecimiento personal y el carácter se forjan con esfuerzo. Así como el molino aprovecha la fuerza del viento para generar cambio, en nuestro centro cultural buscamos canalizar el potencial de las personas, ayudándolas a desarrollarse y fortalecerse. Del mismo modo, el pan, un alimento esencial para la sociedad, no surge de la nada: requiere un proceso previo de molienda, amasado y cocción. De igual forma, quienes desean aportar positivamente a su comunidad necesitan formación, disciplina y crecimiento interior.
